PRESENTACIÓN – ORP Congress 2021

Castellano UK

Prevención híbrida para un trabajo versátil

La empresa que no(s) espera…

Estamos ante la metamorfosis más intensa que han sufrido las empresas en toda su larga existencia. El cambio se venía anunciando con altavoz (industria 4.0, digitalización, Big Data, BI, 5G) y el tsunami de nueva normalidad en que nos hemos sumergido, ha centrifugado y generado un cóctel tal de condiciones de trabajo, y necesidades de productos y servicios tan diferentes, que cuando miramos la empresa del año 2019, su recuerdo suscita en nosotros un reflejo de apariencias y emociones encontradas, que nos remonta a pensar en organizaciones del siglo 19.

Cambios en la cimentación laboral

A modo de metáfora podríamos decir que se está cambiando toda la cimentación en que se apoyaba el sistema laboral. Es como si hubiéramos notado el terrible impacto en nuestra sociedad fruto de un desplazamiento de placas tectónicas y nuestro territorio se hubiera vuelto sísmico, lo que nos obligaría a replantear de forma urgente todos nuestros edificios e infraestructuras, atendiendo a esta nueva realidad.

Nuestro proceso de reconstrucción o reactivación nacional nos llevaría a atender esta nueva situación mediante tres estrategias: construir sobre esta nueva normalidad geológica; corregir la cimentación de aquellos edificios e infraestructuras en los que se pudiera, y por supuesto dar por pérdidas asumidas, lo antes posible, aquellas estructuras (organizaciones) que no puedan adaptarse a esta nueva realidad.

Afortunadamente el mundo de la empresa es más maleable que las placas tectónicas y esta práctica no es nueva para el empresario. Tal vez lo más desconcertante y acuciante para las organizaciones sea la velocidad con la que tienen que responder y el manejo del alto grado de incertidumbre con el que se deben mover para responder a esta nueva normalidad. Nunca el tiempo de actuación para las decisiones había sido tan corto ni se había ejercido tanta presión sobre las empresas.

Para las organizaciones actuales la tríada a analizar persona, escenarios multifuncionales de trabajo y empresa, deben ser auscultados considerando los cambios genuinos que ha planteado la pandemia y que ya se han convertido en cultura post Covid.

Al analizar el impacto de esta nueva cultura podemos pensar, por ejemplo, en:

  • Los nuevos hábitos laborales producto de la valoración actual del tiempo de trabajo.
  • La resiliencia de los trabajadores.
  • El autocuidado que hemos aprehendido… y en su relación y transposición al área de actividad de estos aprendizajes singulares.
  • Tratar de generar diseños nuevos para intercalados en los escenarios laborales actuales considerando, en muchos casos, el hogar como un lugar de trabajo más.

Y a todo esto le hemos de sumar los actuales y futuros requerimientos de servicios y productos que la sociedad demanda, y que las empresas deberán proveer para mantener su continuidad de negocio.

Relaciones laborales generadas por la pandemia

La situación actual en el terreno de las relaciones laborales que la pandemia está generando, provoca que cristalicen con una rapidez inusitada nuevos trabajos extremadamente versátiles, a los que seguirán nichos de actividad específicos y sorprendentes en que los personas deberán repensar sus capacidades y orientar su talento hacia economías en crecimiento tales como la generada por las ONG, la verde, la naranja, la apoyada en la data

Estos nuevos trabajos y los cambios en los actuales proporciona condiciones de trabajo inusuales. Desde la prevención debemos estar preparados y digerir con rapidez esta realidad, tanto para preservar la salud y la seguridad de las personas, como para evitar el colapso económico de algunos sectores.

Esforzarnos por lograr diseñar e implementar escenarios compatibles con las capacidades y posibilidades de actuación de las personas en sus áreas de actividad y buscar la eficiencia para el sistema productivo siempre ha sido el objetivo de la prevención. Las empresas, por obligación, deben responder a esta extensión del abanico de realidades laborales con eficiencia.

Oportunidad para la PRL

Para la prevención laboral esta nueva normalidad es a la vez una tentación, un riesgo y una oportunidad:

  • Una tentación, de tratar la situación como si se fuera un paréntesis temporal e intentar minimizar el problema y las actuaciones, y esperar a que pase la tormenta.
  • Un riesgo, intentar cambiar todo (adaptar leyes) para que nada cambie, creyendo ilusoriamente que regresará una realidad reflejo de la anterior.
  • Y, por último, y afortunadamente, también es una gran oportunidad: la de responder con inteligencia a los nuevos retos y aprovechar este reconocimiento formal que han hecho todas las organizaciones de la disciplina preventiva, a la que han prestado una mirada diferente y le han reconocido un rango e importancia superior que la ha aupado a los centros de decisión.

Tal vez, ahora sí, con este reconocimiento formal de la importancia y el talento que aporta la prevención, podamos arraigar en la cultura de la empresa valores propios de la seguridad y salud. Apoyados en la nueva normalidad, podremos trasmitir los conocimientos y formas de actuar de la seguridad y salud, y pasar de ser considerados los planteamientos y modos de actuación preventivos de gasto, a inversión.

Para la empresa todas estas actuaciones aceleradas por la pandemia y subidas de rango por la organización digital del trabajo no son, ni mucho menos, nuevas ya que la revolución digital se estaba viviendo sin tensión. Se planteaba como un camino a medio-largo plazo, dando por supuesto que tendría tiempo de adaptación.

Pero las circunstancias mandan y todo este tropel de cambios ha venido para ajustar cuentas y generar una sima insalvable entre las empresas que desaparecerán, y las que usando al máximo su inteligencia organizacional -producto del uso racional de recursos y de la interacción de todos sus ellos- tendrán capacidad de adaptarse a la situación, se consolidarán y crecerán como organizaciones con futuro. Por ser, sobre todo, organizaciones saludables que cuidan a sus trabajadores lo que, por contagio, les permitirá atraer talento.

Los trabajadores que no(s) esperan…

Los cambios drásticos que se están dando en la organización del trabajo producto del uso extensivo de la tecnología, alcanzan a todas las áreas de la empresa e impacta en el reparto de tiempos de trabajo de las personas. Estos cambios dan como resultado unos “tecno trabajadores pluriempleados” que, sea cual sea su nivel profesional o de actividad, van a tener como acompañante fiel la tecnología en todos sus quehaceres cotidianos. La reflexión más urgente para los panprevencionistas tendrá que ver con su obsesión por analizar y controlar la trazabilidad de todos los riesgos, para de esta forma, poder proteger a estos trabajadores “trashumantes”.

Necesitamos la urgente caracterización de los lugares de trabajo y de las actividades a desarrollar para minimizar con nuestras actuaciones, en la medida de lo posible, las incertidumbres y de esta forma armonizar y compatibilizar estas nuevas realidades laborales, con la viabilidad de las empresas.

Con solo anteponer el prefijo “tecno” a agricultura ya nos obliga a analizar un sector completamente diferente y en unas tareas y condiciones de trabajo que prácticamente no recuerda en nada a las de la agricultura tradicional. ¿Qué decir al anteponer “business intelligent” a servicios, o robótica e impresoras 3D a construcción, o 5G al sector industrial? Los nuevos trabajos que se muestran o se vislumbran con esos prefijos convierten a los clásicos sectores productivos, y a sus perfiles profesionales y riesgos laborales, en algo así como las sombras de la caverna de Platón.

Reformular a prioris

Estos procesos de producción tan diferentes requerirán reformular a prioris y potenciar unas necesidades de actuación innovadoras para la prevención. Esto acarreará, en muchas ocasiones, acciones disruptivas no sin un cierto riesgo. Pero que, a su vez, deberían posibilitar el crecimiento y la consolidación de empresas saludables, que fijan su norte en generar condiciones de trabajo sanas, seguras, sostenibles, sensibles y singulares.

Imaginar los nuevos puestos de trabajo provoca, como no podía ser de otra manera, un mar de dudas a los prevencionistas, ya que es una labor extremadamente compleja y con grados de incertidumbre extremos.

Sabemos que el trabajo seguirá siendo la característica básica de las sociedades para generar riqueza. Desde la prevención tenemos que aunar esfuerzos de una manera innovadora y asumir ipso facto aquellas virtudes que ya conocíamos y a las que ya se orientaba la empresa sabedora de que que sin ellas no había futuro.

Soluciones creativas aplicando herramientas de gestión empresarial

Pero ahora, necesitamos un esfuerzo más, una mirada creativa e incluir, por ejemplo, a los trabajadores en estas herramientas de gestión empresarial.

  • Pensemos cómo podríamos en el uso de la experiencia de usuario CRM, incluir variables de SST que contemplen al trabajador como un cliente preferente del sistema.
  • Pensemos en la digitalización y el uso del 5G aplicándolos a los escenarios de trabajo y a su interacción con los trabajadores y sus elementos de trabajo.
  • También incluyamos la nube no solo como almacén de datos de la empresa sino sumándole los datos que provienen de las condiciones de trabajo y que permiten intervenir y asegurar que los parámetros de seguridad y salud están bajo control.
  • Planteemos el Business Intelligence (BI) para sacarle provecho para anticipar la posible aparición de incidentes y accidentes y gestionándolo para corregir las potenciales fuentes de actuación erróneas. De esta forma lograríamos que no se cumplan los vaticinios negativos, eliminando potenciales errores que pudieran provocar incidentes y accidentes.

El impacto de todas estas técnicas y metodologías de trabajo y las que aparecerán, sumando el uso sistemático de la inteligencia artificial (IA) en la valoración de las condiciones de trabajo, será tremendo. Debemos mirar cómo adaptar estas nuevas realidades a los requerimientos y exposiciones a los que deberán responder los trabajadores, sin que con ello pierdan salud sino que la mejoren.

Obviamente, nuestra actividad como prevencionistas consiste en armonizar las condiciones de trabajo y crear un pulmón de alternativas saludables y productivas que posibiliten un tránsito y aterrizaje rápido a estos nuevos escenarios de laborales.

Y por último, la prevención híbrida que no(s) espera

Pero, ¿Cómo alcanzar estos objetivos de empresa saludable desde el apalancamiento estratégico de la seguridad y salud del trabajo en la empresa? Y sobre todo ¿Qué acciones se espera de la seguridad y salud del trabajo ante esta nueva normalidad de organizaciones digitales?

La nueva organización del trabajo se caracteriza por la digitalización y crea nuevas funciones y requerimientos de trabajo. Nos arrastra a prever medidas de control y de aseguramiento de la salud y seguridad; no siempre fáciles de detectar ni evidentes. Necesitamos, desde la prevención, generar nuevas técnicas y métodos de análisis de trabajo para abordar este crisol de nuevas situaciones laborales.

Las actuales situaciones del trabajo generan lo que podríamos denominar un “trabajo versátil” ya que las nuevas condiciones laborales son una mezcolanza de escenarios: en la empresa y/o en casa y/o en cualquier otro lugar que la tarea lo requiera. Nos obligan a pensar e imaginar la transición que sufrirán las personas deambulando por estos multiespacios de trabajo, en los que se presentarán restricciones genéricas y específicas, y requerimientos muy diferentes para cada uno de ellos.

Una mirada diferente

Este cúmulo de nuevas situaciones laborales nos obliga a analizar esta realidad compleja, con una mirada diferente, las exposiciones, los peligros, los riesgos, etcétera. Tienen que ser tratados de forma matricial para poder anticipar y generar acciones preventivas desde las disciplinas al uso: psicosociología, higiene, ergonomía, seguridad, salud y con una relevancia especial para la gestión (digital) preventiva.

Necesitamos repensar, imaginar e incluso intuir estas organizaciones del trabajo digitales viendo su impacto en el analógico y la presión a que se verán sometidos los trabajadores. Estos transitarán durante su jornada laboral entre escenarios disfuncionales, entrando en uno y otro y actuando en situaciones complejas e incluso antagónicas e incompatibles.

Desde la prevención deberemos empezar a despedirnos de los análisis de evaluación de riesgos de ubicaciones fijas y cada vez más describir un mapa de territorios de trabajo en el que las personas realizan sus actividades. Estas serán muy diversas y el operario se enfrentará a continuos cambios al actuar en espacios físicos y virtuales, con herramientas innovadoras o clásicas, etcétera.

Esto nos debería llevar a considerar a los nuevos profesionales de la seguridad y salud laboral como personas con un talento especial, y con una capacidad de autoaprendizaje extrema. El trabajo y las situaciones a analizar van a requerir que se contemplen funciones mentales hipercomplejas, físicas extremadamente exigentes y todas ellas en la vertiente de socialmente incluyentes.

Actualización ingente en prevención de riesgos

A modo de ejemplo nos podemos preguntar ¿Cuántas caras deberá tener la matriz de exposición a que se verán sometidas las personas en este trabajo real-virtual? Estamos convencidos que múltiples, lo que da como resultado que deberemos recurrir a realizar análisis extremadamente complejos. Nuestra profesión tendrá que hacer uso extensivo de todos los procedimientos, técnicas y herramientas de trabajo actuales, más una cantidad ingente que aún están por determinar, e incluirlas todas en nuestro repertorio de competencias.

Lo que resulta claro es que si los profesionales de la prevención superamos el vértigo inicial de esta realidad extremadamente exigente, el trabajo para los equipos talentosos no les va a faltar en esta apasionante profesión a que nos convoca esta 21 edición de ORP en Cartagena de Indias.

 

Pedro R. Mondelo

Director ORP

RESUMEN EN IMÁGENES ORP Conference 2019